Emi Zanón Simón.
Escritora y comunicadora
Estamos de enhorabuena! ¡Lo hemos conseguido! ¡Hemos conseguido la masa crítica que necesitábamos para integrar y expandir (como la luz del sol en la mañana) la nueva resonancia del amor! La nueva frecuencia vibratoria de la luz en el Planeta. Vamos a ver, en poco tiempo, cambios masivos de conciencia enfocados en el “Nuevo Paradigma” que supone, además de la integración de nuevos valores proyectados hacia la dimensión interior y superior del ser humano, una nueva “Cosmovisión Cuántica” y llamémosle también “holística” –la palabra “holística” viene del griego “holos” y significa totalidad–, que contempla al hombre, a la Tierra y al Universo desde una visión más elevada y trascendental: la Unidad.
Todo es perfecto en cuanto a evolución se refiere. Cada una de las anteriores cosmovisiones por las que ha pasado nuestra humanidad: la “clásica”, la “premedieval o moderna” y la “moderna mecanicista”, con sus aciertos y sus errores, nos han llevado a nuestro momento presente. Y nuestro momento presente nos habla de la madurez necesaria para dar el siguiente salto evolutivo, desplazando y dejando atrás toda la visión mecanicista (el viejo paradigma), toda la oscuridad, que nos ha acompañado durante más de trescientos años.
Esta madurez, esta masa crítica mencionada, nos facilita la rápida integración de nuevos valores: espiritualidad, trascendencia, integridad, responsabilidad, honestidad, solidaridad, compañerismo, empatía, conservación, ecología, respeto hacia todo lo que nos rodea… Valores que ya han empezado a conquistarnos y que nos van a ayudar a alcanzar el punto de equilibrio que tanto necesitamos.
Quizás algún lector/a se pregunte cómo es que hago esta afirmación viendo toda la corrupción, deshonestidad, falta de principios y moral que tenemos a nuestro alrededor, además de los atentados terroristas y las guerras, por no mencionar lo agitada y revuelta que está la madre naturaleza.
La respuesta es sencilla: ahora hay más “Luz” y podemos ver mejor todo lo que estaba oculto.
Citaré, con palabras aproximadas, la metáfora del líder espiritual Sai Baba para entender mejor el fenómeno: “Si durante años has tenido el sótano iluminado con una luz tenue, supongamos una bombilla de 40 vatios, y un buen día decides cambiarla por una de 100 vatios, de repente verás mejor todas las cosas que contiene y además veras que hay más cantidad de polvo que antes pasada desapercibida; los rincones se verán más sucios; se verán mejor las telarañas, etcétera”.
Es así de simple. Desde las últimas tormentas solares estamos recibiendo diariamente mayor cantidad de fotones que, por un lado, intensifican la luz solar que recibimos (¿habéis observado la intensidad de la luz? ¡Qué belleza!) y, por otro, aumentan la frecuencia vibratoria no sólo del planeta sino de todo lo que contiene. Todo vibra ahora con una frecuencia más rápida, más elevada (la frecuencia Schumman ha sido de 7.8 hz. durante siglos y ahora se ha elevado a más de 12 hz. Y ello lo comprobamos sobradamente: los acontecimientos importantes como Navidad, cumpleaños, etcétera, vienen sin esperarlos; el tiempo se ha acortado) y, por lo tanto, las bajas frecuencias empiezan a desaparecer, de ahí que ahora haya tanto “ruido”.
El planeta se está reajustando y sacudiendo todas las bajas vibraciones. Aunque parezca alarmante toda la oscuridad que vemos y anuncian en los medios de comunicación y a nuestro alrededor, es tan sólo una pequeña porción, muy ruidosa, eso sí, pero nada comparado con la fuerza y el poder de los millones de almas amorosas y de buena voluntad (a las que no se les da publicidad). Es cuestión de tiempo y no mucho. ¡La Luz es siempre victoriosa! Basta un agujerito de luz para iluminar la habitación más oscura.
Por último, para elevar la confianza y el optimismo, citaré algunas pequeñas pero importantísimas acciones que se están produciendo cada día como señal indiscutible del cambio:
• Cada vez son más los profesionales de la salud (medicina alopática) que contemplan al ser humano como una unidad (cuerpo-mente-espíritu) y se interesan por las técnicas y terapias alternativas y/o complementarias y las incorporan e integran para el beneficio de sus pacientes. En hospitales de todo el mundo y en España utilizan ya el Reiki y la Musicoterapia, e introducen actividades artísticas y creativas (teatro, talleres de manualidades, etcétera) para sus enfermos. Y cada vez son más las personas conscientes de que su salud depende principalmente de sus emociones y sus pensamientos.
• Cada vez nos interesamos más por los productos ecológicos. La agricultura ecológica va en aumento. El respeto a los animales también.
• En el ámbito social, el Movimiento 15-M, ahora “Podemos”, entre otros, son una muestra de que ya no queremos ni nos sirve el sistema capitalista neoliberal. Aunque parezca imposible, el imperio capitalista caerá como cayó el imperio romano. Todo nace, crece y muere para transformarse en la progresiva evolución.
• En todo el mundo hay un hormiguero de iniciativas creativas (lo podemos ver diariamente en la red) y, aunque de forma aislada, se ven empresas más humanizadas y ecológicas que abordan la economía desde los dos hemisferios y el corazón.
• En la educación nos hemos dado cuenta de la necesidad de abordar el aprendizaje desde nuestro hemisferio lógico y nuestro hemisferio emocional, para ser seres completos. Se ha visto, por ejemplo, la necesidad de la música para el aprendizaje lógico.
• Proliferan diariamente las “redes de intercambios”, “redes ecológicas y de servicio a los demás”: agrupaciones de personas que se organizan para intercambiar bienes y servicios sin dinero.
Es un pequeño ejemplo, pero ¡qué más pruebas queremos! ¡El cambio hacia la dimensión del Amor es ya una realidad! ¡Gracias infinitas por vuestra contribución a este cambio!
Y… ¡feliz Navidad!
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