Qué es lo que quieres

Para Kanta Motwani, nos merecemos todo y lo único que hay que hacer es que nos lo creamos. Esta entrenadora en desarrollo personal y conferenciante, que ha alcanzado reconocimiento internacional, propone que seamos responsables y asumamos que "somos el cambio" que el mundo necesita

Quién es

Nacida en el seno de una familia tradicional de la India, Kanta Motwani es terapeuta holística, emprendedora, conferenciante internacional y trainer en desarrollo personal, recientemente reconocida con el galardón Premier Experts por la Academia Nacional de Expertos, Escritores y Oradores Públicos en EE.UU. 
Best seller internacional por el libro "The Soul of Success" ("El alma del éxito") junto a Jack Canfield, creador de la serie de libros Sopa de Pollo para el Alma,  es una exitosa profesional formadora y empresaria en nuevas tecnologías de la enseñanza en los sectores públicos y privados. Fundó de la Academia de la Conciencia, Surya Awareness Academy® y creó el programa Transformando Vidas® para la superación personal y el alto rendimiento, que presentará el 12 y 13 de noviembre en Barcelona. Información: www.kantamotwani.com

Aurelio Álvarez Cortez

-Si observamos un poco lo que sucede a nivel global, Kanta, el mundo no ha cambiado mucho, parece que vamos cayendo por un tobogán…

-Todo depende de la percepción de cada persona, cada uno percibe de un modo diferente y cada uno vive en un mundo diferente “en su mundo”. Mahatma Gandhi dijo aquella famosa frase: “Cambia tú y cambiará el mundo”. En mi opinión, el mundo no cambia, quien cambia eres tú. Si pongo mi atención en guerras, crisis y otros temas relacionados, lo único que me voy a encontrar es miseria o simplemente lo que es y me toca aceptarlo. Pero luego está la otra parte, aquella que depende de mí y es precisamente lo que quiero transmitir a través de mi trabajo, ya que somos nosotros quienes creamos nuestra propia realidad a través de nuestros pensamientos, creencias y de nuestro comportamiento. ¿Dónde estamos poniendo nuestra atención? No te digo que a través de mi trabajo se van a terminar las guerras e infinidad de problemas presentes en el planeta, pero el hecho de poder inspirar y empoderar a cada ser humano para su transformación, ya contribuye al cambio. Esas personas lo pueden transmitir a otras, y así sucesivamente. No podemos esperanzarnos de que los gobiernos hagan algo, nosotros debemos tomar la iniciativa. No nos instalemos en la queja, la culpabilidad y las excusas, que es lo más fácil. Tales actitudes corresponden a quienes tienen miedo y no quieren correr riesgos, y continúan en su zona de confort. Si no tomamos responsabilidad como ciudadanos o miembros de una comunidad, de una familia, como emprendedores, no veremos cambio alguno.

-Tu vida inicialmente no fue fácil y podrías haber elegido un camino distinto al que tomaste. ¿Compartes las claves de esa historia personal para que sean útiles a otros?

-Sí. Desde la primera semana cuando salió publicado el libro (“The Soul of Success”, en castellano, “El alma del éxito”), donde he compartido mi historia personal, recibí varios mensajes procedentes de distintas partes del mundo: de Irán, de España, países del este europeo, asiáticos… En el momento en que tú eres un poco más vulnerable, das la oportunidad a otros de, primero, hacerles saber que no están solos, y luego, que todo tiene una solución, todo depende de las opciones que escogemos. Según las posibilidades que se nos ofrecen, podemos escoger entre una serie de opciones, y si en ese momento no somos capaces de verlas, simplemente aceptamos lo que es, e intentamos darle sentido a nuestras vidas, y siempre lo estamos haciendo de la mejor manera posible con lo que sabemos en ese momento y el nivel de conciencia y entendimiento que poseemos en ese momento. Por supuesto que necesitas herramientas, llevar una disciplina y apoyo, y para mí ha sido una larga trayectoria y un gran aprendizaje. Creo que mi capítulo “Hazte cargo de tu poder” ha sido clave para inspirar a las personas a aceptar su situación y descubrir una nueva forma para autoayudarse.

-El punto de inflexión es cuando hay que pasar a la acción, después de la información transmitida. Para muchos, no es tan sencillo tomar una decisión.

- Anuncio -

-Ese espacio que existe entre conocer qué acción emprender y realizarla es un salto que provoca mucho miedo. Ese miedo se basa en la mala administración de nuestros pensamientos. Estamos viviendo en historias de un pasado, en acontecimientos, mensajes, imágenes que son catastróficos y en realidad solo existen en nuestra memoria.  El poder confiar en que vamos a obtener resultados óptimos de cara hacia un futuro, y que vamos a dar ese salto… depende de las experiencias que hemos vivido. Como consecuencia, si las experiencias no han sido favorables, es normal que no se tenga confianza y valor para dar ese salto.

-¿Qué estrategias existen para enfrentar ese miedo?

-Es fundamental aprender a administrar los pensamientos y vivir en el presente. Quien vive en una historia como una constante espiral, repitiendo esos pensamientos desfavorables, de ninguna manera dará el salto. Primero hay que aceptar lo que es y superar esa situación. Reconozco que es fácil decirlo, y también reconozco que todos experimentamos miedo, es algo muy normal. Dependiendo de la acción que vayamos a tomar, lo que tenemos que evitar es que ese miedo nos paralice. Si lees mi historia podrás entender como el miedo me paralizó y me dejo postrada en una cama durante años. Si alguien afirma que su vida es perfecta y que no siente miedo, no le creas, te está mintiendo. Para no llegar a paralizarte por el miedo, como fue mi caso, existen varias estrategias que ahora comparto en mis talleres. También practico técnicas que me han ayudado a estar en el presente y a entender quién soy, sadhanas (prácticas espirituales), lo que me ayuda a simplemente estar. Mientras no sepas cuál es tu poder, el potencial que tú tienes, difícilmente podrás superar ese miedo. Es imprescindible reconocerse, saber quiénes somos, y conocer cómo funciona la mente. Por ejemplo, en mi caso accedo al estado de Ritam, práctica de la filosofía hindu Sankhya. Es el estado de tu esencia, donde no existe nada más. Algunos autores de origen americano lo llaman con nombres técnicos, pero su origen está en la filosofía Sankhya.

-¿El que siente miedo es el ego?

-El miedo está ahí almacenado, en la mente subconsciente, cuya misión es identificar cada pensamiento con una imagen, una película basada en la historia del pasado, y cada historia que nos contamos es la que desarrolla distintas emociones. Estas emociones las experimentamos en el cuerpo físico, las cuales en algunos casos levantan esa barrera del terror a la que llamamos miedo. Existen numerosas herramientas para de mejor manera afrontar esa barrera, para mí es aceptar lo que es y, a pesar de todo, cruzarla. Pero esto se logra cuando tienes conocimiento de quién eres, de cuánto eres capaz y cuando utilizas tus facultades de mejor forma. El reconocerse a sí mismo, experimentar ese estado de Ritam, elevar tu nivel de conciencia, hace que a partir de ahí todo sea mas fácil. Por supuesto, aprender lo que es necesario aprender, entender quiénes somos y llevar una disciplina para administrar de un modo correcto nuestros pensamientos contribuye a que estemos más presentes y ser más felices. Al practicar este hábito y dejar de identificarnos con historias, acontecimientos, enfados, experiencias, ya que no tenemos motivo para estar en otro lugar, estaremos más presentes y desde ahí empezamos a vivir otra realidad, o mejor dicho, es desde ahí que podemos crear una realidad diferente.

-Una frase tuya: “Somos cien por cien abundantes”.

-Para quienes creen en Dios, en la conciencia o energía, somos seres poderosos, abundantes de por sí. El Supremo Creador o la Conciencia no ha cometido errores diciendo “tú tendrás más, tú menos”. Todo es producto de nuestra percepción, de nuestras creencias, y nuestras creencias dependen del entorno en donde nos hemos desarrollado. Conviene aclarar que me refiero a la abundancia en cualquier aspecto de nuestra vida, todo depende de muchos factores, de la relación que tenemos con nosotros mismos, de nuestras experiencias y del nivel de autoestima. Cómo tú te sientas contigo mismo se reflejará en cada ámbito de tu vida. Mientras no estés bien contigo mismo, no habrá forma de obtener mayor cantidad de dinero, por más seminarios que hagas y por mas técnicas que aprendas sobre cómo invertir. ¿Cuál es la clave? No se trata solamente de aprender herramientas para ganarlo, sino conocer cuáles son tus creencias subconscientes sobre el dinero. Si crees que no te lo mereces, por más estrategias que aprendas, siempre sufrirás escasez. Por naturaleza, somos merecedores de todo, solo hemos de creérnoslo.

-Hemos pasado de un paradigma cartesiano, “pienso, luego existo”, a otro de la inteligencia emocional. Somos seres emocionales, “homo emocionalis”. Hemos subido un escalón, pero ¿no estaremos en un bucle?

-¿Cómo estamos viviendo?, ¿de dentro hacia afuera o de afuera hacia a dentro? En este último caso el factor emocional será siempre la clave y todo dependerá de cómo reaccionamos ante las situaciones. Sin embargo, si vivimos de dentro hacia afuera, estaremos respondiendo ante las situaciones en vez de reaccionar. Si nos afecta el entorno, es porque algo en nosotros se identifica con ello. Cada momento estamos creando nuestra propia realidad.

-Has nacido en una familia india. ¿En tu trabajo te ha sido útil el caudal de cultura y sabiduría oriental?

-Muchísimo. Es mi mayor patrimonio. En mi infancia he vivido experiencias espirituales muy profundas. Al llegar a la edad adulta me perdí debido a conflictos en el entorno familiar, miedos, etcétera. Luego tuve la oportunidad de despertar esa facultad y encontrar información, fueron momentos difíciles, ya que quizás estaba percibiendo el mundo de una manera distinta a los demás, y a la vez me provocaba temor ser calificada de una manera diferente. Tenía una intuición muy desarrollada y podía experimentar otras dimensiones de la conciencia.
Una noche soñé que estaba en una ciudad que ni siquiera mi familia había visitado. Se lo comenté a mi madre. “Necesito ir a Madhya Pradesh”, le dije, y se sorprendió porque hasta hacía poco me resistía a viajar a India. Y lo hice. Me encontré con una persona que me llamó por un nombre que solo en mi familia conocen; en ese momento pude compartir todas mis vivencias, sensaciones que viví durante la infancia, y que por otra parte esa persona ya las conocía, y me dijo “tú no necesitas ser discípula de nadie porque nadie lo necesita”. Me impresionó muchísimo, no se trataba del gurú que crea un linaje, sino de alguien que me apoyó e hizo que despertara esas facultades que todos poseemos y sobre todo que me aceptara y me reconociera a mí misma. Eliminé mis creencias limitantes durante años, posteriormente me ayudó a experimentar el estado de completo Samadhi.

-Explícalo con palabras.

-¡Ufff!… Todavía me emociono. Es alcanzar y experimentar el estado más elevado de conciencia, estás en tu cuerpo pero no estás… En otras palabras, entras en trance a través del Dhyana (meditación), lo hice con la ayuda del maestro. Ha sido tan bello, que no quería ni siquiera regresar, pero aquí estoy, también viviendo algo hermoso como ayudar a otras personas a transformar sus vidas, le he dado sentido a mi vida y ahora experimento ese cambio.

-¿Qué tema percibes una y otra vez en tu actividad?

-La mala maestría que tienen las personas de sus emociones, relaciones, la falta de responsabilidad, baja autoestima, entre otros. Desde el gran empresario hasta el educador o una mamá, cualquier persona, en su entorno, sufren mal trato o automaltrato emocional, que se retroalimenta debido a la alta programación subconsciente, o porque no se aceptan tal y como son, se sienten paralizados por el miedo o siguen vinculados a experiencias del pasado. Son temas que arrastran porque no se encuentran bien con ellos mismos. Culpan a su situación, al entorno, a un familiar, siempre encuentran una excusa para no tomar responsabilidad y viven en un estado de victimismo. Sólo cuando descubren cuál es la raíz causante de lo que les está ocurriendo, su progreso es mucho más rápido y fácil. Empiezan a liberarse de todas las historias cuando un 85 ó 90 por ciento de su sufrimiento se disipa, incluso problemas de salud llegan a eliminarse.

-¿Y el miedo al fracaso?… No aceptamos el error.

-Se debe a la educación que hemos recibido. Estamos hechos unos auténticos perfeccionistas porque en la infancia nos han dicho “esto tiene que ser así”, desde nuestros padres, familiares, amistades, profesores… siempre nos han estado corrigiendo. Nunca nadie nos ha hablado de nuestras virtudes, por el contrario sólo han visto errores y faltas, por lo que a muchas personas les aterroriza el fracaso. Por decirte que ni siquiera hemos escogido lo que queremos comer, los colores que queremos vestir… todo ha sido elegido por nuestros padres o quienes nos criaron, y si nos fijamos bien, ni nuestros padres tuvieron la oportunidad de hacerlo, y así viene sucediendo de generación en generación. Nuestras vidas se basan en lo que hemos percibido desde que hicimos nuestro primer debut en el planeta. Es este uno de los motivos por los que hemos dejado de correr riesgos, por lo que esperamos a que todo sea perfecto, porque no somos capaces de aceptar errores.

-También te desenvuelves en el mundillo tecnológico. Su desarrollo causa cierto temor…

-La revolución tecnológica nos ha beneficiado muchísimo y continua beneficiando, aunque si te refieres al uso que se le está dando a los medios sociales, y a dispositivos de tecnología móvil, simplemente no se está siendo responsable a la hora de su uso. ¿Son medios que nos han acercado o nos han alejado? Internet es un medio maravilloso para que nos podamos conectar, y da oportunidades de negocio, de aprender, de estar conectado a la distancia, pero a la vez estamos muy dominados por la tecnología. Las personas viven más online que presentes, no son capaces de estar centradas durante más de 40 segundos en una actividad. Lo veo en gente muy joven que no puede prescindir del teléfono móvil, incluso los mayores, dependen las 24 horas del día de desarrollar más dopamina a través de los mensajes que reciben en vez de desarrollarla de una forma natural. Les es imposible vivir sin la tecnología y los está consumiendo. De ahí proviene el déficit de comportamiento, tanto nerviosismo, el enfriamiento de las relaciones, etcétera. Todos lo padecemos un poco.

-¿Una nueva generación de “analfabetos emocionales”, tecnológicamente avanzados, que ignoran que sus reacciones los dominan? Más trabajo para los terapeutas. ¿Dónde está el error?

-Creo que una pregunta fundamental que todo ser humano debe hacerse, es saber qué es lo que quiere. Si no tienes un propósito ni sabes lo que quieres, pues inviertes tu tiempo no sólo en medios sociales, cualquier cosa, y vives una vida predeterminada. Para estar bien, vivir feliz, tienes que, primero, tener un propósito, rodearte de personas con un talento y una iluminación de un grado elevado, que están en una misma frecuencia o más elevada. Internet te aporta cualquier tipo de información que busques, pero todo depende de qué es lo que tu quieres.

-¿Qué se llevarán consigo quienes acudan a tus presentaciones?

-Aprenderán estrategias probadas científicamente y que les ayudarán a creer en sí mismas, abandonarán las excusas, crearán un plan maestro que, practicándolo, garantiza la transformación en cada aspecto de sus vidas, y mucho más que sólo podrán descubrir si participan. Somos el cambio y tenemos que aprender a escoger entre las opciones que se nos ofrecen, en vez de estar comparándonos y culpando a las circunstancias. Es momento de tomar responsabilidad para influenciar a otros a través de ese aprendizaje y ser el cambio.



Lo más destacado

Stanislav Kondratiev
de Unsplash