Terrenos nutricionales

Alimentación inadecuada, contaminación y estrés, causantes de estados de salud desequilibrados

Olga Lava Mares.
Bioingeniera, Kinesióloga y Formadora de Terapeutas

Existen siete estados nutricionales clasificados según sus desequilibrios, provocados en la mayoría de los casos por una alimentación inadecuada, la contaminación y el estrés  Estos terrenos nutricionales son los siguientes:

Terreno Carenciado. Es un estado metabólico en el cual la carencia ácidos grasos esenciales es significativa. Su papel es fundamental en la estructuración de las membranas celulares, por ello se necesitan en cantidades importantes, sobre todo en los tejidos nerviosos y cerebrales. Este terreno se caracteriza por un sistema inmunitario debilitado, alergias, asma, trastornos cutáneos, trastornos hormonales femeninos y trastornos otorrinolaringológicos.

Terreno Hipoglucémico. Se origina por un consumo excesivo de carbohidratos de asimilación rápida, especialmente el azúcar blanco, pasteles, bollería, refrescos y productos envasados. Suele provocar sobrepeso, diabetes, dolores de cabeza, vértigo, cansancio, astenia, nerviosismo e hiperemotividad.

Terreno Ácido Desmineralizado. Lo suele generar el consumo excesivo de alimentos acidificantes del organismo asociado a la falta de ejercicio físico y al estrés. El organismo moviliza sus reservas alcalinas para neutralizar el exceso de acidez, lo que provoca la eliminación de una gran cantidad de oligoelementos y minerales básicos. Favorece la aparición de caries dentales, procesos inflamatorios, calambres, molestias reumatológicas, cansancio crónico, y menos resistencia al esfuerzo, fragilidad músculo-tendinosa e irritaciones en las mucosas.

Terreno Neuro Distónico. El organismo se ve afectado y en ocasiones desbordado por los influjos del sistema nervioso central. Son personas cuya emotividad afecta a nivel orgánico con dolores, astenia, taquicardia, y a su vez estos síntomas generan importantes cuadros de ansiedad. Aparecen trastornos del humor, agotamiento nervioso, falta de confianza, alteraciones del sueño. Todo esto favorecido por tensiones a nivel personal, familiar o laboral.

Terreno Baso Colítico. Es el resultado de un desequilibrio en la flora intestinal y un aumento de la flora de putrefacción (sobre la flora de fermentación), lo que genera trastornos digestivos y hepáticos que se traducen en digestiones lentas o difíciles, sensación de hinchazón de vientre, gases, sobrecarga hepática, y en ocasiones presencia de hongos (cándidas) y bacterias patógenas.

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Terreno Intoxicado. Se debe normalmente a un excesivo consumo de carne roja, grasas saturadas, azucares, café, alcohol,  tabaco, metales pesados, contaminación ambiental, etcétera. En este caso los mecanismos de eliminación del organismo se colapsan y están limitados, favoreciendo una acumulación de residuos, con la consecuente aparición de hipertensión, elevación del colesterol, ácido úrico, trastornos cardiovasculares.

Terreno Oxidado Degenerativo. La mala gestión de los residuos genera una producción de radicales libres, pequeñas moléculas muy reactivas y altamente nocivas para el organismo si están en exceso. El consumo regular de toxinas químicas (abonos, pesticidas), el uso de excitantes (alcohol, tabaco) y la exposición a radiaciones ionizantes son los factores más propicios para la aparición de los radicales libres. Esto provoca un envejecimiento prematuro, fenómenos degenerativos celulares, trastornos cardiovasculares y alteraciones reumáticas.

¿Cuál sería la mejor estrategia a seguir para aquellas personas que están padeciendo algunos de estos síntomas? En mi opinión, el primer paso es un estudio adecuado del terreno nutricional, realizado con el programa Iomet,  fruto de las investigaciones llevadas a cabo por Laboratorios Nutergia, especializados en complementos alimentarios desde hace 20 años. El segundo paso es desintoxicar el organismo para luego reestructurar el terreno, y gracias al test kinesiológico podemos averiguar las necesidades específicas en micronutrientes (ácidos grasos, oligoelementos, antioxidantes, vitaminas) de cada paciente, la dieta más recomendable, los alimentos que provocan intolerancias, etcétera. Si a esto le añadimos unas normas básicas de higiene de vida como hacer deporte suave, beber abundante agua, pasar tiempo en contacto con la naturaleza y mejorar la autoestima, tendremos el éxito asegurado.

En la consulta de Olga Lava puedes revisar todos estos temas en una sola sesión, sólo tienes que pedir cita en el 679 320 928.
Más información: www.olgalava.com



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