Estar bien no es bienestar

Mike George presentó "El sistema inmunológico del alma", su último libro

Aurelio Álvarez Cortez

En cierta ocasión, alguien le propuso a Mike George que diera una charla sobre el sistema inmunológico del cuerpo. Al reconocer interiormente que no sabía lo suficiente como para satisfacer dicha idea, respondió que no. Sin embargo, horas después se animó a reconsiderar la cuestión y dio marcha atrás. “Algo sé sobre este tema porque en la conciencia también existe un sistema inmunológico”, dice recordando cómo empezó lo que luego terminaría siendo el contenido de su último libro, “El sistema inmunitario del alma”.

Poco después de dar una conferencia, invitado por Brahma Kumaris en Valencia, el famoso autor de numerosos títulos de éxito editorial y coach, inspirador y asesor en temas de desarrollo personal y ejecutivo en empresas, comenta a TÚ MISMO: “Hay que separar los conceptos de salud y bienestar. La salud refiere al cuerpo y no significa bienestar. Muchas personas tienen salud en el cuerpo, pero no se encuentran bien en su ser, mientras que otras tienen cuerpos enfermos, pero su ser está bien, son optimistas, positivos…”.

Si bien en el ser humano físicamente hay partes separadas, “en la conciencia no hay nada separado”, de allí que en el cuerpo ciertas cuestiones (materiales) puedan dividirse, pero no en la conciencia. “En el ser existen olas de inmunología, de energía, del alma, la conciencia, el espíritu, el ser, es todo lo mismo: aquello que yo soy”, define a continuación.

George insiste en la diferencia del estar bien y el bienestar, para lo cual sostiene que “el único momento en que te das cuenta de qué es lo que sientes es cuando esos sentimientos son extremos, cuando hay emociones extremas, por ejemplo tristeza, ira, miedo”. De esto se desprende que “antes de llegar a esas emociones extremas, tú tienes diferentes niveles de emociones”, y por eso es que el tener emociones “significa que no estás bien”. Como la mayor parte de la gente no tiene conciencia para darse cuenta de ello, “cree que es natural sentir todas esas emociones, y no se da cuenta de que están teniendo efecto en su cuerpo, de que no están bien”. Por eso, agrega, “para estas personas es difícil reconocerlo debido a que se identifican con el cuerpo, y el dolor es lo que le sucede al cuerpo. Si estuvieran libres de dolor en el cuerpo pensarían que están bien, pero eso no es bienestar”.

Brevemente, aclara, ante la posibilidad de que puede haber razones karmáticas para el padecimiento de una enfermedad, que “todo es karma… karma es acción, y todas las emociones surgen por el recuerdo de las acciones kármicas”. De todos modos, rescata un dato sustancial: “El sufrimiento viene de un virus llamado creencia; todo sufrimiento emocional viene por el hecho de que existen esas creencias en la conciencia, y tenemos muchas…”.

La cuestión entonces es cambiamos las creencias o las hacemos desaparecer. “Las dos cosas”, responde, para explicar que “cuando te das cuenta de la creencia causante de tu sufrimiento y entiendes la conexión, comprendiendo que no son los demás quienes te hacen sufrir, te interesas en esa creencia”. George afirma que “el sufrimiento no es natural” y que “la cura (para ese virus llamado creencia) es la verdad, que ya está en mi conciencia”. Convencido dice que “al darme cuenta de lo que es verdad entonces la creencia pierde su poder y se disuelve, porque la verdad es lo que llena mis sentimientos”. Y pone un ejemplo. “Cuando discutimos hay malestar, ira y miedo. Si observo el sentimiento, lo que pasa en mi cuerpo, veo que hay una creencia: ‘yo tengo la razón y ellos están equivocados’. La verdad es que todos tenemos razón, son diferentes puntos de vista. Cuando me doy cuenta de que esa es la verdad, dejo de discutir, aprecio el otro punto de vista y entonces desaparecen el miedo y la ira”.

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Avanza un paso más en su argumento al expresar que “no puedo amar mientras siga instalado en mi creencia de que tengo razón, hasta que no disuelvo esa creencia no puede surgir ese amor. Si no la disuelvo, estoy idealizando, y cuando idealizas no puedes darte cuenta”.

Y si es cierto que las creencias son virus, también lo es que no hay virus “positivos”. Al respecto, George advierte que “las creencias son estáticas, por lo tanto no hay creencias positivas. Tan pronto como tengas una, te cierras y no fluyes”.

Frente al tema de la curación de enfermedades graves como el sida o el cáncer, es taxativo al precisar que “hay muchos ejemplos”. En casos de cáncer, incluso severos, según en qué etapa de desarrollo se encuentren, “se pueden curar en base a una buena alimentación, el cambio de conciencia, etcétera”. Pero no hay que olvidar que “el alma es inmortal, el cuerpo no”.

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